Un CV es en muchas ocasiones el primer contacto e impresión para poder acceder a una nueva oportunidad profesional. Así pues, ¿qué debe tener un buen CV para que nos abra camino hacia esta nueva experiencia laboral?
Pensad que nuestro CV tiene el objetivo de ‘vender’ nuestro perfil, así que debemos utilizar pautas estratégicas para que en nuestra candidatura se refleje lo que la persona que recluta quiere encontrar. Hay que tener en cuenta que en el Currículum no hay que poner todo lo que se pueda o quepa en la hoja, sino aquello necesario e imprescindible. Hay dos ejes angulares que van a guiar nuestro CV: La extensión y la personalización.
CV: Consejos para una presentación efectiva
La extensión ideal de un CV es de una página, máximo dos. ¿Y esto por qué? Porque el objetivo de nuestro currículum es ofrecer un aperitivo a la persona que recluta, para que pueda saber si debería llamarte para concertar una entrevista. Y en este aperitivo de información aparece el segundo punto clave: la personalización del CV para el puesto de trabajo en concreto. La información que incluye nuestro CV tiene que responder a aquellos requisitos, logros y aptitudes necesarias para el puesto de trabajo. Además de incluir palabras clave para que los reclutadores puedan encontrar tu perfil en las búsquedas online.
Así pues, tenemos que dejar fuera de nuestro CV aquella información que no es relevante para nuestro puesto de trabajo, ya que podría dar lugar a confusiones y mostrar que aún no has encontrado tu vocación.
Otro aspecto importante es la claridad y dinamismo del currículum. ¿Qué información es esencial? En relación con esta pregunta a veces hay ciertas contradicciones, ya que hay gente que considera que en el CV debe incluirse cuanta más información mejor, aunque en ocasiones puede rozar el límite de la privacidad.
En un CV deben incorporarse los datos personales necesarios para poder localizarte, como nombre y apellidos, teléfono, email y/o perfil de LinkedIn. Respecto a la foto de perfil, ésta no es una aportación obligatoria como tampoco la fecha de nacimiento, edad o estado civil.
En cuanto a la formación hay que especificar los estudios reglados y aquellos que sean complementarios para el puesto de trabajo en concreto, así como también el desarrollo de herramientas informáticas, si son necesarias, y el nivel de idiomas.
En relación a la experiencia laboral, es bueno detallar el puesto de trabajo que desempeñas, el nombre de la empresa y el período en el que permaneciste. Y siempre de manera cronológica, empezando por la última experiencia, es decir, la más actual. Además, es muy aconsejable incorporar los logros obtenidos a lo largo de tu experiencia que puedan aportar valor al nuevo puesto de trabajo.
Finalmente, recordad que para tener un CV perfecto, si es breve, dos veces bueno; personalizado para el puesto de trabajo; claro, dinámico y legible; palabras clave y sobre todo ¡mencionar los logros!