Una vez amaine la pandemia, con el mercado laboral roto en pedazos, tocará reconstruir. Como un tsunami, el coronavirus ha arrasado el planeta, se está llevando por delante millones de empleos y negocios, destrozando profesiones y oficios, como todas los vinculados a la hostelería, el turismo o la automoción, pero a la vez está reforzando otras actividades.
Aunque aún es pronto para adelantar el escenario laboral, los expertos apuntan, ya se está viendo en esta crisis, a un fortalecimiento del universo online. El teletrabajo, del que se hablaba como gran oportunidad, pero del que muchos recelaban, se ha impuesto en la mayoría de las empresas, y el comercio electrónico se ha disparado en las últimas semanas. Este fenómeno es imparable, apunta Carmen Mur, fundadora de la consultora Mur & Partners, especializada en búsqueda de ingenieros. “Esta crisis ha descolocado muchas cosas, para empezar todas las empresas han visto la necesidad de digitalizar sus organizaciones, y esto ya no tiene marcha atrás”, afirma. Opina que sí antes existía, ahora se acentuará una mayor demanda de ingenieros, especialistas en robótica, en ciberseguridad y blockchain, programadores, expertos en marketing digital, como también de profesionales de todas las áreas relacionadas con la medicina preventiva. Pero lo que, según Mur, afectará a todos los profesionales por igual, independientemente de la industria en la que se trabaje, es en la necesidad de formar a las plantillas en las denominadas soft skills, esto es, en capacidad de adaptación, trabajo en equipo o creatividad. “Hay un gran reto en la gestión y desarrollo de las personas”, afirma.
Que la salud es una de las actividades que va a coger peso a medio y largo plazo también lo cree Elena Ibáñez, fundadora de la plataforma Singularity Expert, que destaca, entre otros, el concepto de ehealth, donde se recoge la atención virtual, tanto para citas como para terapias psicológicas, “y se necesitarán profesionales en realidad aumentada y virtual, así como expertos en genómica, en investigación de fármacos, vacunas, en inteligencia artificial y en biotecnología”.
Otra área que destaca esta experta es la de la educación, que se centrará en la formación, “que tendrá que adaptarse al progreso de cada niño, ya que esta crisis está aflorando carencias que permanecían escondidas, por lo que se necesitarán expertos en otros formatos formativos, como MOOCs [acrónimo en inglés de Massive Online Open Courses, que en español significa Cursos Online Abiertos y Masivos]. También resalta la importancia de todas las profesiones que tienen que ver con la seguridad, y que, en su opinión, tienen que ver con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, “para controlar la ubicación de los ciudadanos, ya que cada vez cobrará importancia la geolocalización con el fin de reaccionar ante posibles ataques”. Para Ibáñez otro campo que se abre es el de la optimización de los procesos, tanto hospitalarios como logísticos, para los que se necesitarán expertos en big data, en el internet de las cosas, en las entregas a domicilio o en la trazabilidad de los alimentos.
Para el director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, ganará trascendencia todo aquello que tenga que ver con el trato con las personas, desde la parte baja de la pirámide hasta la cúspide. “Se necesitará formar a profesionales para el cara a cara con las personas, porque la tecnología no va a sustituir a quien, por ejemplo, imparte formación”. También considera que serán necesarios expertos en seguridad, pero también en privacidad y en cuestiones éticas, “dado que ahora los Estados dicen que te pueden monitorizar y controlar”, como también se verá el despertar del sector primario. “De todo el campo de la alimentación, ya que hay que recoger las cosechas y alimentar a la gente, de todo esto que ha quedado demostrado con la pandemia, que ha puesto de manifiesto la importancia que está teniendo este sector”. Otra disciplina que cogerá mayor impulso será la psicología y el coaching, “la importancia de estos especialistas se debe a la necesidad que tienen las empresas de trabajar toda la parte emocional, de desarrollar el trabajo en equipo sobre todo en tiempos de teletrabajo, por lo que los departamentos de recursos humanos tienen deberes pendientes”.
Que después del confinamiento tocará reinventarse no le queda duda a Andrés Fontenla, socio de la firma de búsqueda de alta dirección Recarte & Fontenla: “El mundo habrá cambiado, sobre todo en nuestro día a día, en nuestro estilo de vida, en nuestra forma de comprar, en la manera de relacionarnos, en la concienciación de lo que supone la globalización, que lo que pasa en Wuhan nos acaba afectando de forma dramática”. Y en este contexto, cree que saldrán reforzadas actividades profesionales relacionadas con el comercio electrónico, la realidad virtual, los controles de acceso a los espacios, el diseño gráfico, la inteligencia artificial y la robótica. “Se necesitarán analizar más que nunca los datos sanitarios para ver qué funciona, para la investigación y para el día a día”.
Los profesionales vinculados a temas demográficos serán necesario sobre todo para controlar el flujo de movimientos de los ciudadanos, añade Fontenla, que cree que una figura que emergerá en todas las organizaciones, ahora con más fuerza si cabe, es la del director de responsabilidad social corporativa, “dado que habrá una mayor concienciación del impacto social y medioambiental”.
Lo que traerá la crisis del Covid-19, así lo cree Nick Van Dam, presidente del IE Center for Corporate Learning Innovation, desde una perspectiva de gestión de riesgos y costes, será una robotización de tantas tareas como sea posible, y espera que acelere el lanzamiento y la implementación de modelos de negocio nuevos y digitalizados.
También destaca que el aprendizaje y desarrollo profesional será online, y que las personas que se enfrentarán a un gran desafío para encontrar trabajo cuando la economía retroceda serán aquellas que han tenido dificultades para desarrollar habilidades de trabajo digital. Cree además que estarán en desventaja aquellos que han tenido un rendimiento inferior en sus roles o aquellos cuyos roles no proporcionaron suficiente valor. “Cuando salgamos de esta crisis, las compañías solo contratarán a empleados para roles críticos de negocio, aquellos que tengan impacto directo en los resultados”, opina Van Dam, quien cree que los trabajos rutinarios serán realizadas por máquinas, “y las empresas contratarán a personas con habilidades humanas para tareas que no puedan ser llevadas a cabo por robots, como es la generación de ideas, creatividad, resolución de problema o habilidades digitales”.
Perfiles con futuro en la sanidad
- Bioestadístico para investigación genómica. Es el experto en estadística y data science, que se dedica a tratar diferentes fuentes de información para realizar, según Singularity Experts, un análisis que permita sacar conclusiones útiles en el ámbito de la investigación del genoma humano.
- Experto ético de inteligencia artificial para medicina personalizada. Es el encargado de asegurar que los sistemas inteligentes encargados de personalizar la industria de la medicina, realicen la selección de las personas sin ningún tipo de prejuicios o desprecios hacia algún grupo social.
- Experto legal de robótica para asistencia quirúrgica. Para que la tecnología pueda tener un crecimiento sostenible, afirma la citada plataforma profesional, y la sociedad pueda beneficiarse de sus numerosas aplicaciones, es necesario establecer un marco legal que regule su uso.
Artículo publicado en Cinco Días – El País