En los últimos meses se han sucedido excelentes noticias que hacen referencia al posicionamiento de Barcelona como el gran referente europeo de la innovación tecnológica.
Grandes corporaciones de dimensión mundial están escogiendo Barcelona como base de sus centros de innovación y excelencia. El gran centro de Machine Learning creado por Amazon a principios de año, el anuncio del desembarco de Facebook en la capital condal para la creación de su central de gestión de informaciones falsas, el anuncio de la creación de un centro de excelencia por parte de la multinacional alemana Lidl, se suman a otras iniciativas pioneras anteriores como el Global Digital Hub de Nestlé o el Centro de Desarrollo de Software de la farmacéutica Roche.
La inminente irrupción de la revolución 5G va a marcar un punto de inflexión en el avance de la industria abriendo un campo de infinita progresión en materias como el Internet Of Things (IOT), el desarrollo de la movilidad inteligente, la industria 4.0. o las Smart Cities y Barcelona se perfila como la gran capital europea de esta nueva generación con iniciativas como el proyecto 5GBarcelona promovido por el Mobile World Capital.
El reto de Barcelona: Atraer y retener talento
La ciudad ofrece condiciones óptimas para la atracción de pequeñas start-ups y grandes corporaciones. Además de su evidente atractivo relacionado con su localización, climatología y calidad de vida, o la exponencial mejora en las comunicaciones a nivel internacional, la refuerza el impulso que instituciones como Acció, Foment del Treball o el Barcelona Tech City están ejerciendo para favorecer la innovación abierta en las corporaciones y el desarrollo de un ecosistema idóneo para la llegada de nuevas empresas innovadoras.
Sin embargo, junto a todas esas fortalezas, el liderazgo Barcelona se enfrenta a una clara amenaza, el déficit de talento tecnológico. La necesidad de generar y/o atraer profesionales de las llamadas disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es acuciante. Pese a que Barcelona ofrece las mejores condiciones para los profesionales de este ámbito que quieren desarrollar sus carreras, ya sobran las ofertas de perfil técnico y faltan profesionales para cubrirlas.
La demanda de ingenieros y perfiles digitales con dominio del inglés es abrumadora. Los informáticos bien preparados, e incluso los que no lo están tanto, reciben semanalmente numerosas ofertas de empleo. La competencia de las grandes multinacionales, capaces de atraer talento con mejores salarios, convierte la búsqueda de talento tecnológico en un desafío para empresas de menor poder económico.
Muchos son los expertos que ya apuntan a esta lenta adaptación del mercado laboral a las nuevas demandas de la industria, a la necesidad de atraer más y mejores profesionales procedentes de otras partes del mundo, seducir a los estudiantes extranjeros que pasan por universidades españolas para que desarrollen sus carreras profesionales aquí…
Pero no sólo eso. Para que el progreso de Barcelona en la carrera tecnológica sea sostenible, es necesario trabajar en el largo plazo.
Hace unos años de la llegada a Barcelona de Harbour Space University con la misión de acercar a las empresas tecnológicas a profesionales del más alto nivel a través del “fichaje” de la élite mundial del alumnado y el profesorado. La idea es alcanzar acuerdos con las empresas para desarrollar programas de formación “subvencionada” por éstas. La compañía proporciona a los alumnos el apoyo económico y el entorno profesional en el que desarrollar sus competencias, obteniendo a cambio el valor de su talento y su trabajo.
Ya están en marcha iniciativas como mSchools impulsada por el Mobile World Capital para introducir y facilitar la integración de las tecnologías en las escuelas y promover la educación digital.
¿Podrá Barcelona afrontar el reto del talento con éxito para apuntalar y sostener su potencial liderazgo en Europa?
Mur&Martí
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