Como cada año al finalizar el periodo estival el síndrome postvacacional volverá a ser tendencia. También conocido como depresión postvacacional este término hace referencia a la ansiedad emocional que siente una persona al readaptarse a su puesto de trabajo después de vacaciones. Evidentemente el estrés emocional dependerá de las circunstancias laborales de cada persona.
Desde Mur&Partners queremos ayudarte a que vuelvas de la mejor manera de tus vacaciones y evites el síndrome postvacacional. ¡Sigue leyendo!
Adapta tu cuerpo de nuevo a la rutina
La vuelta al trabajo después de varias semanas de vacaciones supone restablecer las rutinas del día a día. Esto puede resultar complicado y poco motivador. Así que una adaptación progresiva al ritmo cotidiano puede ayudar a evitar el estrés, fatiga y dolores asociados a los primeros días de trabajo.
No es ningún secreto que el cuerpo humano funciona en gran parte por hábitos y se adapta al ritmo que llevas en cada momento. Como tampoco lo es que las vacaciones sirven para desconectar y recargar pilas. Sin embargo, una desconexión excesiva puede dificultar la readaptación de nuestro cuerpo a unos niveles de trabajo elevado.
Al reincorporarse a la actividad profesional después de las vacaciones es muy normal sentir cierta fatiga y cansancio, no te preocupes. Volver de golpe a un horario completo, lleno de compromisos y tareas no permite la correcta adaptación al nuevo ritmo. Por eso nuestro cuerpo responde en forma de dolores y sensación de cansancio, otros de los síntomas del síndrome postvacacional.
Consejos para afrontar el síndrome postvacacional
La clave para evitar el estrés después de vacaciones es, en la medida de lo posible, realizar una adaptación progresiva durante las primeras semanas de trabajo. Por ejemplo, escalar tu agenda los primeros días de forma que tu cuerpo se adapte poco a poco al ritmo laboral. Esto hará que el regreso sea más cómodo y no por ello menos eficiente. Es más, lo recomendable sería ajustar nuestro ritmo días antes a la reincorporación y evitar el cambio brusco a las rutinas. Por ejemplo, trata de levantarte a la hora que te levantarías para ir al trabajo unos días antes de reincorporarte. Piensa que pasar de no hacer nada a realizar tareas rutinarias es equiparable a tratar de correr 10 km el primer día que empiezas a entrenar.
¡Tampoco te olvides de desconectar! Para reducir los efectos de la ansiedad postvacacional es esencial realizar actividades entre semana que te permitan desconectar y mover el cuerpo. Hacer deporte no solo nos ayuda a ponernos en forma, sino que también a descansar mejor y llevar una vida más saludable. Sentirte mejor contigo mismo facilitará una mejor adaptación los primeros días de la vuelta al trabajo y mejorará tu productividad.
Si eres de aquellas personas que no se lleva muy bien con el deporte, ¿por qué no hacer otra actividad extracurricular? Ir al teatro, apuntarte a cursos de formación o cualquier actividad cultural también fomentará un necesario descanso psíquico.
En definitiva, desde Mur&Partners te recomendamos empezar la rentreé con mucha motivación y optimismo, pero también con cabeza. Comienza poco a poco para adaptar tu cuerpo progresivamente a las exigencias diarias y, sobre todo, alterna la rutina laboral con actividades que te permitan desconectar. Así, evitarás el síndrome postvacacional y tendrás la energía suficiente para rendir al máximo de tus capacidades.
Y tú, ¿qué sueles hacer a la vuelta de vacaciones para adaptarte a la rutina?