Las entradas y salidas de trabajadores son dos constantes en las empresas y no siempre se gestionan de la mejor manera posible. En la mayoría de los casos, toda la importancia y atención recae en el proceso de onboarding y no tanto en el proceso de salida del trabajador.
Si no se considera el offboarding como algo clave en la relación empresa-trabajador, lo más probable es que se esté realizando incorrectamente o no reciba la suficiente atención.
¿Qué se entiende por offboarding?
Seguramente has escuchado en varias ocasiones la frase “la primera impresión es la que cuenta” y precisamente de aquí nace el papel del proceso de onboarding. Su objetivo principal es asegurar que cada uno de los trabajadores se sienta a gusto y bienvenido desde el primer día.
Ahora bien ¿qué pasa con las personas que se van de la empresa? El encargado de la correcta desvinculación laboral de los empleados, es el proceso de offboarding. Saber cómo se debe actuar ante esta situación es vital para asegurar una experiencia lo más satisfactoria y cómoda posible.
Aunque la rotación de personal es algo muy normal, muchas veces las empresas no están completamente preparadas para ello y no entienden la importancia de un buen plan de salida.
¿Por qué el proceso de salida es tan importante?
En un principio puede que el offboarding parezca un proceso extra con el cual no se debe perder mucho tiempo ya que no parece afectar a la empresa, pero más bien es todo lo contrario. Ofrecer un correcto proceso de salida es siempre positivo ya que favorece los siguientes factores:
- Clima laboral: este proceso evita las tensiones que se pueden generar si el empleado no se siente bien tratado por la empresa.
- Retención de talento: los empleados se sentirán más resguardados y fortalecerán su vínculo con la compañía si ven que esta se preocupa por su bienestar.
- Imagen de marca: si un trabajador se va de forma impersonal y abrupta es perjudicial para la compañía ya que afecta la percepción que los demás trabajadores y personas externas tienen de esta. De este modo, se evita que la reputación de la empresa se vea afectada.
- Posible recontratación: tratar con respeto y trasladar al empleado que tan importante ha sido su contribución, evita perder el vínculo por completo y mantiene la posibilidad de su reincorporación en un futuro.
- Feedback: recolectar información sobre el proceso de desvinculación laboral, sirve para conocer más sobre el funcionamiento del negocio y detectar los posibles aspectos a mejorar.
Cómo gestionar correctamente el offboarding
La administración del plan de desvinculación laboral puede variar dependiendo de cada empresa, el motivo de la partida del empleado y el puesto que desarrollaba en la compañía. Sin embargo, te compartimos algunos puntos clave a tener en cuenta.
- Crear un checklist con todos los pasos a seguir te ayudará a no olvidarte de ningún punto importante.
- Ten claro quién asumirá cada una de las tareas a realizar para asegurar una correcta coordinación entre las personas encargadas.
- Comparte la noticia e informa a todos los miembros del equipo.
- Gestiona todo el papeleo y los accesos a las plataformas que se usaban en su día a día.
- Realiza la entrevista de salida para poder conocer más a fondo la perspectiva del trabajador y detectar los puntos de mejora.
- Planifica la despedida del empleado de la mejor forma posible y evita momentos negativos o incómodos.
Como ya sabrás a estas alturas, un buen proceso de offboarding es beneficioso para ambas partes. Recuerda que la última impresión es tan importante como la primera. Por ello, procura que esta impresión sea siempre positiva.
Si en tu empresa se implementa un plan de salida para los empleados ¡cuéntanos en qué consiste! Si esto no es así ¿a qué esperas para empezar a implementarlo?